Hora del baño. El hotel tiene una escaleras que van a un jardín, y al río. Diego se quedó tomando el sol, yo preferí darme un baño. La corriente era bastante fuerte y a menudo tenía que agarrarme a las rocas para no ser arrastrado. Cada cierto tiempo pasaban niños navegando en cámaras de ruedas de camión a modo de “donuts” de los parques acuáticos y todos me ofrecían coger una, así que al rato bajé río abajo hasta encontrarme con ellos y me dejaron una encantados. Subimos hasta la zona del centro de orangutanes (20 min. Andando) y antes de lanzarnos al agua ellos empezaron a atar unas cámaras a otras. Al final teníamos un “barco-tren” de caucho.
La experiencia fue mas que divertida, me lo pasé en grande aunque el río no era demasiado bravo. Además los niños eran geniales. No paraban de reírse y de mojar a todo el mundo que hacia la colada a la orilla del río o a cualquiera que ya estuviera dentro bañándose. Lo malo es que una vez abajo, había que volver a subir andando, así que decidí hacerlo solo esa vez. Por el camino, en la aldea, todo el mundo te mira y te sonríe al ver que tu también te has mojado y que estas disfrutando de su pueblo y su gente. Te saludan, te preguntan... Te sientes incluso mejor que en casa.
Después de comer se acercaron los dos guías para ver como teníamos la idea de la expedición por la selva. Les contamos lo que nos había propuesto el guarda del centro y ellos nos contaron que lo mejor es ir con guías y pasar varias noches en la selva si lo que queríamos era ver animales y vivr la experiencia. Además nos contaron que la aldea su sustenta con eso. Así que negociamos pasar 5 días en le selva, 4 noches, por unos 85 euros cada uno. Nos parecía un poco caro para el país, pero cuando vimos el despliegue...lo entendimos. Quedamos con ellos para el día siguiente a las 6 de la mañana.
Por la noche después de cenar, los chicos y chicas del hotel se ponían en nuestra mesa a tocar la guitarra y cantar canciones de los 80-90 (todo el mundo en esa aldea sabía hacerlo). Así que después de cantar un rato nos fuimos a dormir nerviosos por la expedición, cosa que yo deseaba especialmente porqué en parte, la idea de ir ahí era precisamente para eso. Después de ver tantos documentales, me moría de ganas de despertarme rodeado de la naturaleza pura.