Dia 2: MEDAN

Al día siguiente dimos otra vuelta por Jalan Jaksa y en el mismo hotel llamaron a un conductor para que nos llevara al aeropuerto de nuevo. La terminal de vuelos domésticos nos encantó. Todo es abierto con jardines por todas partes. Comimos mas Nasi Goreng y elegimos como guarnición unos cacahuetes...que picaban el doble que el arroz...imposibles de comer.

Llegamos a Sumatra, una isla inmensa y salvaje, con infinidad de aldeas, tribus, selvas....Ideal para la aventura. Nuestro objetivo era llegar a una aldea en la selva llamada Bukit Lawang, pero para eso tuvimos que pasar una noche en la ciudad donde aterrizamos y unas de las mas grandes de Indonesia: Medan.

Cuando llegamos ya había oscurecido y como siempre la impresión de una nueva ciudad cambia mucho si llegas de día o de noche. Cogimos un Becak (una motocicleta acoplada a una carreta para dos personas en el lateral) bastante incomodo, pero divertido, a mi me encantan los transportes locales.

Llegamos a SM Raya. La calle principal de la ciudad, a un lado todo los hoteles baratos de la zona para mochileros, al otro lado al caer la noche aparece una plaga de Warungs callejeros. Cogimos habitación en el hotel Raya, habitación muy amplia con baño, con mandi (es como un deposito lleno de agua con un cubo, para ducharse solo hay que llenar el cubo de agua y echársela encima).

Después de la ducha fuimos a cenar algo y a comprar una chanclas para mi, en la misma calle hay varias tiendas donde venden repelente, comida, agua....y chanclas. Para cenar fuimos a uno de los warungs donde se ve que no estaban a acostumbrados a ver occidentales porqué todo el mundo nos miraba y mas de uno se acercó a hablar con notros. Los dueños de todos los puestos ponen mesas y sillas en la calle, como una terraza aquí, y ponen música o televisiones para atraer clientes. Por cierto llevar billetes pequeños de 10.000-20.000 INR es muy buena idea. La comida suele salir por menos de 20.000 por persona (1,80 eur).

Que decir de Medan...es una ciudad sucia, grande y ruidosa, sin duda la que menos me gustó de mi viaje, pero aún así tiene su encanto y la gente es igual de amable que en el resto del pais.

Después de cenar a dormir....aunque pronto nos dimos cuenta de que iba a ser difícil ya que cada warung tenía la música altísima y eso duró hasta las 5 de la madrugada....hora a la que en vez de escuchar música y coches empezamos a escuchar la llamada al rezo de las mezquitas de los alrededores. No pudimos dormir.